viernes, mayo 26

Gelato y sus zapatos nuevos

Gelato estaba hecho un lio. Tantos recuerdos y tantas sensaciones perdidas en los buzones ajenos...se sentia como un niño con los cordones atados entre ellos, como cuando era un bebe y se ataba y desataba los cordones durante horas en un intento de comprender la esencia del mocasín infantil. Recordó su infancia, el olor de los helados y se sintió defraudado por la vida de algunos niños que prefieren pegamento que un rico helado de fresas y nata, o yogur o cualquiera de esas cuatrocientas combinaciones que regala una heladeria.
 
Gelato se desconcentraba ahora esnifando en la red, no recordaba sus sensaciones ni sus recuerdos. De repente....
Birli, birloque tenía un buzón de correo. Se sorpendió,  ni el no conocia su correo electrónico, hasta ahora exploraba los asuntos que hablaran de el, mensajes perdidos en una nube de electrones. El asunto era "Gelato y sus zapatos nuevos". No era su primer mensaje. Quien enviaba el mensaje le escribia a:
 
 
Y birli, birloque aparecian en su blog:
 
 
Se sorpendió, igual que la primera vez que ató con éxito sus mocasines. Internet olía a frambuesa. En los buzones ajenos empezaron a resucitar sus mensajes.
 
 
 

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